La economía circular gira en torno a las grandes apuestas de las empresas, los principales compromisos políticos y los planes que cualquier ciudad debe tener.

Todo esto es muy importante para resolver parte de la crisis medioambiental en la que nos encontramos.

Aquí encontraremos respuestas a la mayoría de tus dudas, tales como ¿De qué trata? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene? ¿Realmente notaríamos un cambio si se aplicara?

1 – ¿Qué es la economía circular?                 

Es una forma de producción y consumición que busca un crecimiento sostenible.

Con este modelo de producción se busca el aprovechamiento máximo de los recursos naturales, incrementando su vida útil y consiguiendo que hasta los residuos producidos tengan otros usos y así reducir la contaminación del medioambiente.

Esto se consigue a través de 7 procesos, llamados las 7R:

  • Rediseñar (Productos para ser sostenibles)
  • Reducir (Generación de residuos)
  • Reutilizar (Aumentar su tiempo de vida)
  • Reparar (Revivir productos en vez de tirarlos)
  • Renovar (Actualizar)
  • Recuperar (Aprovechar materiales sobrantes)
  • Reciclar (Utilizar partes útiles)

2 – ¿Qué ventajas y beneficios tiene la economía circular?

  • Menores costes de producción, ya que es más barato reutilizar materiales que obtenerlos de 0. Esto podrá repercutir en precios más bajos.
  • Este modelo económico busca la menor generación de residuos y su aprovechamiento en otros procesos, lo que reducirá en gran medida el impacto medioambiental.
  • Al no ser una economía lineal, se sustituye el extraer, producir, consumir, tirar, por las 7R, esto conlleva un aumento de los procesos industriales y con ello un aumento en la necesidad de trabajadores.
  • Fomenta la inversión en I+D+I (investigación, desarrollo e innovación), ya que los productos más sostenibles o más fáciles de reciclar serán los más rentables económicamente.

3 – ¿Qué desventajas e inconvenientes tiene?

  • No existe una normativa que regule esta competitividad empresarial.
  • Habilidades y recursos que no conocen todavía gran parte de los trabajadores.  
  • Todavía no está presente en la conciencia de las empresas y personas la importancia que tiene el medioambiente y el impacto que tenemos sobre él.

4 – ¿Necesitamos este cambio?

Empecemos por ver, como de grande o pequeño es el impacto humano en el planeta.

Según la ONU, en 2020, llegamos a máximos en cifra de explotación de recursos con la increíble cifra de 100 mil millones de toneladas para consumición (en número sería 100 000 000 000 pero recordemos que son toneladas así que en kilos sería 100 000 000 000 000 kilos). Hay que tener en cuenta que en 2017 hubo 10 mil millones menos.

Si hablamos de dióxido de carbono nos plantamos en 36 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono.

La ONU nos avisa que si esto continua en alza, las cifras serán el doble para 2050 y las materias primas del planeta se verán demasiado reducidas.

Veamos ahora el panorama nacional, en España según datos del Instituto Nacional de Estadística:

  • Más del 48% de los residuos generados, terminan en vertederos para su eliminación y el 38,5% se recicló de los residuos generados, el 83,5% vienen de sectores económicos, por ello una economía circular tendría un fuerte impacto.
  • España generó un total de 137,8 millones de toneladas de basura.

Para afrontar estas monstruosas cantidades de desechos, en España hay en funcionamiento 11 incineradoras situadas en Lleida, Palma de Mallorca, Girona, Tarragona, 2 en Barcelona, Coruña, Madrid, Melilla, Tenerife y Bilbao.

Según datos de la ONU España con los datos de 2017, es el país de la Unión Europea que más residuos deposita en los vertederos que vienen de las empresas, las viviendas y las construcciones.

5 – Conclusión

Después de todo lo visto en este artículo, no es de extrañar que veamos la economía circular como una opción más que necesaria, sobre todo en estos tiempos donde generamos muchísima basura que luego desaprovechamos tirándola o quemándola, en vez de aprovecharla para seguir sacándole rendimiento.

Esto también conllevaría un menor coste para las empresas, lo que repercutiría en nuestro bolsillo a la hora de comprar cualquier cosa que necesitásemos, desde un bote de detergente hasta el coche más caro del concesionario.

Debemos de cuidar nuestro planeta para que él cuide de nosotros.