¿Quién no ha escuchado hablar de estos míticos locales de los años 80? algunos tuvimos la suerte de vivir aquella época, parece que fue ayer pero ya han pasado más de 30 años. Eran unos segundos de gloria, para algunos esos segundos se convertían en minutos, pero la magia comenzaba al insertar aquella moneda de 5 duros (25 pesetas) de la época en tu maquina recreativa favorita, el juego comenzaba y el mundo se paraba.

Los salones recreativos eran locales donde la gente quedaba para jugar sus partidas de futbolín, pinball, billar… durante los años 80 y 90.

Los chicos en estos tiempos traían a sus chicas para demostrarle como de buenos eran en los juegos. Sin embargo, a las chicas les empezó a llamar más la atención las maquinas arcades.

Con la llegada de los arcades, comenzó a ponerse de moda los videojuegos, aunque en estos tiempos no existían videoconsolas, podías disfrutar en los salones arcades, donde iban sustituyendo los futbolines por máquinas recreativas, ya que generaban más dinero y en menos espacio.

1- Un poco de Historia

Las recreativas, tuvieron un fuerte impacto, en los años 80-90, sobre todo en Japón y Estados Unidos.

Estas máquinas, emitían una imagen gráfica simple en sus pantallas en las cuales podías moverte o hacer distintas acciones con los botones, joystick, volantes… y así ser capaz de jugar al videojuego que estuviera en ellas, Ya que cada maquina disponía de un único juego.

Lo más parecido a ellas que fuera anterior, serían las míticas máquinas que encontrabas en los puestos de las ferias. No utilizaban electricidad y todo su funcionamiento se basaba en sistemas mecánicos, pero eran divertidas.

La idea principal de los arcades era darle dos vueltas de tuerca a las formas comunes de diversión que existían, utilizando aparatos eléctricos. Algunos ejemplos serían:

  • OXO, en 1952 fue el primer videojuego de la historia y simulaba un tres en raya electrónico.
  • Space Invaders 1978, el mítico juego de naves la cual solo se puede mover de izquierda a derecha o viceversa, y tienes que disparar a los enemigos que están en la parte superior de la pantalla y no permitirles que lleguen a donde esta tu nave.
  • Gunfight 1975, juego del oeste, donde dos jugadores podían simular un duelo de pistolas al estilo salvaje oeste. Fue unos de los primeros juegos de japón comercializados en Estados Unidos.
  • TOKI 1989, Este juego ya de las últimas generaciones de máquinas recreativas consistía en un mono capaz de escupir bolas de fuego, en una cruzada en busca de su amada Miho, capturada por un temible hechicero, el cual, a su vez, fue el que convirtió en mono al protagonista.
  • PANG 1990, Otro Arcade de última generación, es un juego originalmente Arcade y que después fue publicado para Super Nintendo con unos niveles totalmente diferentes a los originales. Se trata de un joven explorador, hermano de otro, que tiene que usar un arma, con diferentes tipos de disparos para eliminar gradualmente unas bolas que aparecen por toda la pantalla. Cuando el disparo del jugador impacta contra una bola, esta se divide en dos de menor tamaño. Cuando tienen el tamaño mínimo, si vuelven a ser disparadas, desaparecen.

2 – La cúspide de los salones recreativos

La cúspide fue el cambio de los salones recreativos, de grandes mesas de futbolín o billar, a filas infinitas de máquinas arcade con sus luces y sonidos característicos, haciendo pasillos llenos de chavales jugando o mirando en los cuales no cabía ni un alfiler.

Parecería un cambio a peor, pero no lo fue. Justamente en este momento pegó el boom el mundo de los videojuegos, la gente seguía reuniéndose como antes, solo que ahora en vez de jugar al pinball jugaban al Pac-Man.

Ese ambiente donde las leyes eran mucho más light y podías ver como todos los jóvenes que no se acercarían ni a los 18, fumaban a todas horas, dentro y fuera de los locales, con sus chaquetas negras de cuero y los característicos peinados de los 80, sin olvidar la música rock and roll que estaba de moda y sonaba en todos los locales.

Lo normal es que tuvieras 3 o 4 partidas para toda la tarde, siempre y cuando no te compraras nada para merendar en el quiosco que siempre había dentro de los locales.

Así que había que optimizar al máximo las partidas, veíamos a otros chicos jugar, compartíamos unas charlas con gente que te sonaba haber visto por tu ciudad, pero con la que nunca habías hablado, etc. Todo para poder echar la tarde sin gastar tus partidas en la primera media hora.

3 – Perfiles de jugadores

Entre los muchos tipos de personas que podías llegar a encontrarte en los salones recreativos ya que como os venimos contando, allí se juntaban personas de todas las edades, podíamos ver desde niños de 10 años a adolescentes de 20 y hasta más mayores, ya que los videojuegos no tenían edad. Los perfiles eran variados:

  • El acechador sin pasta. Este sujeto se aferraba por la espalda a los jugadores que se acercaban a las máquinas que más les gustaban. Se situaban detrás de ti, normalmente cerca, pero sin tocarte para no molestarte. Este ser cada vez que mirabas hacia atrás de reojo, se multiplicaba, llegado el punto, que si eras un jugador que jugabas varias partidas, podía darte la sensación que tenías medio local a tu espalda viéndote jugar, si muchos de este tipo se juntaban, vaya presión!
  • El malvado y sus secuaces. Esta especie se caracteriza porque siempre debía existir uno en cada local. Solía vigilar la zona de futbolines y billares y siempre eran unos pocos de los cuales uno era el “jefe”. Por norma general quería aprovecharse de otras personas que parecieran más débiles, intentando que le diera una moneda para echarse una partida, moneda la cual no volvería a ver nunca.
  • El profesional de los E-sport. Aunque solo pudieras encontrar uno de estos por salón, era alguien que te provocaba respeto si tu entretenimiento pretendía ser ver como reventaba en los juegos, sobre todo de combate, a cualquiera que le osara retar para sacarlo de la máquina, ya que la regla no escrita es quién entra paga, y como es de suponer, él podía tirarse toda la tarde jugando sin siquiera pestañear, ya que era imposible ganarle. Tenían el don natural al nacer de poder pasarse cualquier juego con un par o tres de monedas.
  • El buitre, el saqueador de cadáveres. Estos seres eran más comunes de ver, son los buitres de los locales, eran personas que esperaban tranquilas y calladas a que el juego te derrotara, para rápidamente meter su moneda y continuar la partida por donde tú la dejases. Así podía superar sus propias metas o con suerte grabar sus iniciales en la tabla de mejores puntuaciones, para ello debían sacrificar su honor y su orgullo, pero era un precio demasiado barato para algunos.

Todo esto claramente ya no podemos encontrarlo como en aquellos tiempos, ni tienen un impacto tan enorme, los jóvenes de hoy en día prefieren jugar videoconsolas modernas desde su casa o irse a un bar del centro de la ciudad a tomarse unas cervezas.

Lo que sí es seguro es que a los que vivimos esos tiempos, no se nos olvidaran esos increíbles momentos que pasamos en nuestra juventud y siempre le deberemos esa parte de nuestra vida a los salones recreativos.